El ministro prescinde de la excelencia técnica de Rodríguez Dapena “por no capitalizar” los réditos de las grandes obras en las dársenas

Edificio en Madrid que acoge la sede de Puertos del Estado | Wikimedia Commons (Zarateman)
Iñaki Carrera Bilbao
9 de abril de 2025
El subrayado “perfil técnico y profesional, nada político” se ha llevado por delante a Alvaro Rodríguez Dapena como presidente de Puertos de Estado, cuyo cese le fue comunicado ayer por el ministro de Transportes, Oscar Puente, confirman a El Mercantil dos fuentes distintas familiarizadas con la entidad pública. Puente ha decidido imprimir “un sesgo más político” a Puertos del Estado con la destitución de Rodríguez Dapena y el nombramiento al frente del organismo de Gustavo Santana, que era director general de Marina Mercante desde diciembre de 2023. Este ingeniero naval también fue viceconsejero de Infraestructuras y Transportes en el Gobierno de Canarias entre agosto de 2019 y junio de 2023, cuando estaba presidido por Ángel Víctor Torres, el actual ministro de Política Territorial.
El ministro aspira a “capitalizar para Sánchez las inversiones en infraestructuras en los puertos”
El hasta ahora máximo responsable del sistema portuario español, doctor ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, lleva casi 30 años en la casa, donde ha ostentado diferentes cargos, y se conoce el sector de quilla a perilla. “Álvaro sobresale por ser un gestor y un técnico destacado. Siempre ha analizado los temas portuarios desde ambos puntos de vista. De hecho, él siempre lo ha dicho: ‘Yo no soy un político, no tengo carnet del partido, soy un gestor’. Ésa ha sido su debilidad. Y el ministro Puente quiere sacar rédito político a Puertos del Estado y capitalizar para el Gobierno de Pedro Sánchez las inversiones en infraestructuras de las diferentes autoridades portuarias”, explican los medios consultados.
“Los presidentes de los puertos son nombrados por las Comunidades Autónomas. Y la mayoría de los presidentes sí son políticos. ¿Qué ocurre? Algunos, que se han servido del puesto como trampolín para seguir escalando en política, han acaparado la atención pública por el desarrollo de grandes obras de infraestructuras, vendiéndolas como logros de la Comunidad Autónoma, dejando al margen a Puertos del Estado y, por extensión, al ministerio de Transportes”, añaden.
EL SISTEMA PORTUARIO ES UN TRAMPOLÍN Y UNA ‘PERITA EN DULCE’ PARA LOS POLÍTICOS
El sistema portuario español, con Puertos del Estado a la cabeza, es una ‘perita en dulce’ para los políticos. Su financiación no se nutre de los Presupuestos Generales del Estado. Por ejemplo, en 2023, ejecutó un gasto de 1.238 millones de euros y obtuvo un resultado de explotación -antes de intereses e impuestos- de 269 millones, según la memoria financiera del ente público. Y todas las grandes obras y ampliaciones que ejecutan las dársenas, además de negociarse con Puertos del Estado, tienen que ser aprobadas por la cartera de Transportes.
Al potencial inversor del sistema que lidera Puertos del Estado, una fuente de réditos políticos, hay que sumarle la actual coyuntura del país. El Partido Socialista (PSOE) sólo gobierna en dos comunidades autónomas del litoral, que son Catalunya y Asturias. Es decir, el partido del presidente Pedro Sánchez tiene ‘el control’ de cuatro autoridades portuarias, las de Barcelona, Tarragona, Avilés y Gijón.
Hasta 20 de las 28 autoridades portuarias del país están bajo el paraguas del PP
Con la excepción de los dos puertos de Canarias, donde gobierna Coalición Canaria, y los dos vascos (PNV), las 20 restantes entidades de interés general están bajo el paraguas del Partido Popular. A más a más, el año que viene, Andalucía celebra elecciones y no sería extraño que los siete puertos de la región se conviertan en lugar de tránsito obligado para los candidatos de los principales partidos, el actual presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, y la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
“Álvaro ha dejado hacer a los presidentes de las autoridades portuarias. No es un hombre que haya pegado un golpe en la mesa para llamar al orden a algunos presidentes que son o eran muy potentes desde el punto de vista político”, continúan los medios consultados.
La espada de Damocles sobre la cabeza del que ha sido presidente de Puertos del Estado desde diciembre de 2021 ya colgaba antes que Oscar Puente se hiciera con la cartera de Transportes en 2023. Rodríguez Dapena también tuvo que enfrentarse a la amenaza del cese por idénticas razones cuando el ministerio estuvo en manos de Raquel Sánchez, que fue quien le nombró con el aval de la entonces secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera. Esta última, otra figura de reconocido prestigio en sector, abandonó la política en febrero de 2023 para fichar hace poco por la empresa privada. “En el actual contexto político, Puente quiere tener bien controlada toda la estructura del ministerio. El nuevo presidente de Puertos del Estado, Gustavo Santana, es un buen conocedor del sector, pero tiene más perfil político. Es muy razonable, pero, si es necesario, no oculta sus motivaciones. No viene para enfrentarse a las autoridades portuarias, pero sí está más bregado en las lides políticas”, concluyen las fuentes.