Los mayores tiempos de tránsito para penetrar en el este mediterráneo abren la puerta a más volúmenes para los puertos occidentales
APM Terminals
ÒSCAR MATEU Barcelona
11 de enero de 2024
La incertidumbre y el clima cambiante que la crisis del Mar Rojo está imprimiendo al modo marítimo está generando una nueva batalla en el ámbito portuario. Los recintos ubicados más al oeste del Mediterráneo se están posicionando para ofrecerse a las navieras de contenedores con el objetivo de facilitarles alternativas para concentrar cargas ante el proceso de transformación y adaptación en el que están inmersas.
El desvío de las rutas entre Asia y Europa por el Cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica), en detrimento de su paso por el Canal de Suez, motiva nuevas dinámicas, que el mercado y sus actores crean y modifican en función de las circunstancias. El alargamiento de los tiempos de tránsito para penetrar en los destinos mediterráneos situados más al este abre la puerta a un aumento de los tráficos de transbordo en radas más occidentales, como Algeciras, Tanger Med, Valencia o Barcelona, e incluso en enclaves atlánticos como Las Palmas de Gran Canaria.
Diversos puertos y terminales se están ofreciendo a las navieras para asumir más flujos de transbordo
Según han constatado diversas fuentes informadas a esta publicación, ya se están produciendo los primeros síntomas de estas nuevas dinámicas, si bien, en fase incipiente y de forma más marcada en la zona del Estrecho de Gibraltar. En todo caso, son numerosos los puertos y terminales más occidentales del Mediterráneo que “se están poniendo a disposición de las navieras para captar flujos de transbordo”. Una de las primeras en hacerlo públicamente ha sido la instalación de CSP Spain en Valencia, que cuenta con capacidad disponible para que los grandes portacontenedores descarguen más mercancía que luego pueda ser distribuida a puertos más orientales mediante buques feeder, pese a que existe déficit de barcos para este tipo de servicios marítimos intramediterráneos.