Las dársenas internacionales incorporan a sus estrategias la relación de sus comunidades empresariales con las ciudades que los acogen

La directora de Innovación del puerto de Barcelona, Emma Cobos, junto a lo directivos de los puertos de Hamburgo, Amberes-Brujas y Los Ángeles, y de la administración de la ciudad de Chicago
ÒSCAR MATEU Barcelona
7 de noviembre de 2023
Algunos de los grandes puertos internacionales apuestan por atraer empresas con un impacto medioambiental reducido o nulo sobre las ciudades en las que se insertan como parte de sus estrategias de desarrollo. Recintos de gran peso a nivel global como el puerto de Hamburgo, o en proceso de recuperación y desarrollo como el de Chicago, plantean el criterio medioambiental como uno de los ejes principales a la hora de atraer concesionarios e implementar nuevos actores en sus terrenos a corto y largo plazo, en estrecha colaboración con las administraciones locales y territoriales. Asimismo, estos recintos defienden que el uso de una “estrategia territorial” para las propiedades que gestionan es uno de sus principales vectores de descarbonización e innovación portuaria.
“No dejamos que entre cualquier empresa o tipo de negocio al puerto”
Jens Meier Consejero delegado de la Autoridad Portuaria de Hamburgo
Así ha quedado patente en el marco de la actual edición del congreso Smart Ports, celebrado en Barcelona. Durante su intervención, el consejero delegado de la Autoridad Portuaria de Hamburgo, Jens Meier, ha señalado que su instalación, la tercera en tráficos a nivel europeo, trabaja en estrecha colaboración con la ciudad para seleccionar las empresas que aterrizan en su comunidad. “No dejamos que entre cualquier empresa o tipo de negocio”, ha sentenciado Meier, que ha añadido que “queremos aquellas que encajen con la ciudad, descartando las que no son bienvenidas” según su impacto medioambiental para el ámbito ciudadano. El criterio forma parte del plan maestro del recinto alemán, que ya está activo y tiene visos de desplegarse hasta 2040.
“Queremos invertir en el puerto sin aumentar la huella de carbono de nuestros barrios”
John Roberson Director de Operaciones de la Ciudad de Chicago
La visión de Hamburgo se inserta, además, en una forma de crecer de las grandes dársenas que busca cambiar sus prioridades de cara al futuro. Según el directivo, la relación entre el puerto y la ciudad marcará de forma clara la evolución de las dársenas en cuanto a sus operativas y las derivadas de su forma de negocio, acabando con aspectos como “la contaminación acústica”, más allá de elementos que “ya se están reduciendo” como es el caso de la polución. En este sentido, Meier ha apostado por ver puertos “más puramente estructurados” en su dimensión infraestructural, en oposición a recintos históricos como el suyo en los que “una empresa llegaba tras otra” sin ningún orden preestablecido. “Veremos puertos en los que se piensa qué negocio se sitúa a primera línea del mar y qué negocios logísticos se sitúan más cerca de la ciudad, como la última milla”, ha añadido.
Significativamente, esa misma visión se comparte en el ámbito ciudadano, desde el cual ha intervenido el director de Operaciones del organismo gubernamental de la Ciudad de Chicago (EEUU), John Roberson. En su caso, ha admitido que, pese a que Chicago es un “hub logístico aéreo” en el país norteamericano, “no ha hecho un gran trabajo en relación a su puerto”, cuyo desarrollo habría quedado por detrás del de otras infraestructuras importantes en la ciudad.
“La economía azul es identificar una oportunidad en la reducción del impacto medioambiental”
Erwin Verstraelen Responsable de Innovación en el puerto de Amberes-Brujas
Por ello, Chicago está “en proceso de reimaginarlo como un activo que impulse la ciudad, más allá de lo económico”, ha explicado Roberson, de forma que sus inversiones van dirigidas “a atraer nuevas empresas que encajen con una visión de economía azul”. “Queremos invertir en el puerto”, ha añadido Roberson, “pero no de una forma en que nuestras inversiones aumenten la huella de carbono de los vecindarios que tenemos alrededor, que además siempre han sido los que han sufrido el impacto de cualquier cosa industrial que se ha implantado en el pasado en esta ciudad”.
“Desarrollamos la infraestructura para que los concesionarios alcancen las cero emisiones”
Michael DiBernardo Vicedirector de Marketing y Relaciones Internacionales del puerto de Los Ángeles
De hecho, la economía azul es uno de los ejes que atraviesa también la estrategia del segundo mayor recinto de Europa, el puerto de Amberes-Brujas. El responsable de Innovación Digital de la instalación belga, Erwin Verstraelen, ha definido este ámbito como “la forma de reducir el impacto de las actividades que llevas a cabo en el puerto a la vez que identificas la oportunidad que se presenta en ello”. En este sentido, se ha referido a la batería de iniciativas innovadoras para el que su instalación portuaria funciona como campo de pruebas en este aspecto, caso de los drones que utilizan para detectar vertidos contaminantes en sus aguas. En una línea parecida se ha expresado el vicedirector ejecutivo de marketing y relaciones comerciales del puerto norteamericano de Los Ángeles, Michael DiBernardo, que ha detallado que el puerto trabaja “estrechamente” con sus concesionarios “para desarrollar la infraestructura portuaria de forma que todos ellos puedan alcanzar las cero emisiones para el año 2030”.