REVISTA PUERTOS Y NAVIERAS – 25/10/2022
Las empresas del transporte han alertado de que la desaceleración en el tráfico de carga en el puerto californiano está alcanzando una rápidez similar a la sufrida en 2008, cuando estalló la crisis económica, debido, fundamentalmente, al exceso de inventario a medida que se acerca una de las épocas más activas en el envío de mercancías.
Dicha caída se prevé, según apuntan varias fuentes, para el primer trimestre de 2023 y causará el colapso de las tarifas de contenedores en las rutas entre Asia y Estados Unidos, con las importaciones de este último perdiendo fuerza de forma progresiva y los minoristas asegurando que están sufriendo numerosas cancelaciones en otros mercados.
Según informa Zero Hedge, Gene Seroka, director ejecutivo del Puerto de Los Ángeles, quiso tranquilizar al sector y, aunque admitió que los volúmenes de carga habían caído en septiembre por segundo mes consecutivo, la perspectiva para lo que resta de 2022 es que se produzca de forma suave. Señaló que, durante el mes pasado, «el Puerto de Los Ángeles manejó 709.873 contenedores equivalentes a veinte pies», una cifra que es un 22% menos que en el mismo mes de 2021 y la más baja registrada en este mes desde hace siete años. Al respecto de los volúmens récord alcanzados en 2021, Geroka destacó que la caída ha sido «tan solo de un 4%».
A pesar de las palabras de Geroka, los datos confirman que la entrada de contenedores al Puerto de Los Ángeles y al de Long Beach cayó un 26,6% en septiembre respecto a 2021, situándose en 343.462 contenedores, el nivel más bajo desde 2009. Un escenario que se produce, paradójicamente, cuando se acerca la temporada alta de envíos, momento en el que los operadores y minoristas acumulan inventarios que, según las estimaciones, encontrarán dificultades.
