09 septiembre 2022 05:20
- Última actualización 09 septiembre 2022 05:20
En un mundo lleno de noticias cargadas de negros augurios, trompetas apocalípticas, horizontes de guerra, inflación, escasez y penurias… celebraciones como la que ayer jueves se llevó a cabo en Barcelona vienen a ser como una copa de brandy antes de salir a la nieve, como un chute de optimismo, la constatación de que los malos presagios a veces se desinflan sin más, una muestra de que aquello de piensa mal y acertarás no es siempre acertado. Que, en definitiva, lo que no puede ser, a veces es posible.
Ayer jueves, Hutchison Ports BEST tenía previsto celebrar a lo grande, con más de 500 invitados, su décimo aniversario. Celebrar que se ha llegado ahí con innovación, tecnología, sostenibilidad y, sobre todo, con personas. El equipo humano de la terminal, desde su organigrama de dirección, hasta todos y cada uno de sus más de 250 profesionales, ha llenado este macro proyecto de macro personas. Sólo así se explica que se haya podido sacar adelante una iniciativa puesta en marcha en 2012, que, por tanto, requirió poner encima de la mesa una inversión gigantesca unos años antes. Fueron 500 millones de euros, récord en este tipo de inversiones, que hoy son ya más de 600, y subiendo. Se apostó por este proyecto en 2006 y poco después, con la crisis financiera de 2008, cuando todo se desmoronaba, cuando las previsiones de futuro eran más oscuras, hubo que hacer el mayor esfuerzo inversor, poner toda la carne en el asador, para comenzar a operar en 2012, cuando la crisis seguía siendo especialmente profunda. Entonces sí era rotundamente cierto que los cimientos de la economía mundial estaban tambaleándose como pocas veces en nuestra historia reciente.
Como ocurre actualmente, todo indicaba entonces que lo conveniente era no hacer nada, deshacer, guardar, esconderse, asegurar. Lo que Hutchison Ports BEST hizo fue lo contrario: activar un innovador macro proyecto en época de rotunda incertidumbre. Poner en marcha una iniciativa de la envergadura de esta terminal semiautomatizada, podría haberse logrado a base de inmensas inversiones, con el músculo que posee Hutchison Ports y los 80 millones de TEUs que mueve cada año en todo el mundo. Pero se optó por desterrar la técnica del caballo en la cacharrería y se eligió ir de la mano de todo aquel que quisiera entender el beneficio expandido que suponía la iniciativa. Se cimentó el éxito de la idea trabajando con inversión público-privada. Haciendo que el equipo profesional tomara como propio, de todos y cada uno de sus integrantes, el reto que se planteaba. Trabajando con el diálogo con todos, hasta con los propios estibadores, que lejos de ser el obstáculo que se auguraba, se han convertido en actores primordiales de esta película de éxito.
Muchas empresas y asociaciones, celebran sus aniversarios, sus centenarios, incluso. Y saben también de lo muy complejo que fueron los comienzos. Se hace necesario recobrar hoy más que nunca, cuando parece que las voces apocalípticas llaman a la huida a los cuarteles de invierno sin calefacción, que también en estos tiempos se pueden, y por tanto se deben, activar proyectos. Y que esas iniciativas tendrán más posibilidades de salir adelante si no se olvidan del condimento primordial: las personas.
Hutchison Best Port puede sentirse, en su décimo aniversario, triplemente orgullosos, por conseguir salir adelante, por conseguirlo tras nacer en aquellos tiempos tan oscuros y por hacerlo teniendo en cuenta a las personas y todo lo que eso significa.
Incluso en estos tiempos en que todo parece indicar lo contrario, es posible apostar al progreso, a innovar, a abrir caminos nuevos para todos.
Nadie garantiza que todo vaya a ir bien si se inician nuevos proyectos. Lo que sí está garantizado es que el inmovilismo hacia el que nos llaman estos días solo puede ser bueno para languidecer y desaparecer. Grandes iniciativas han salido adelante con éxito, tras nacer en lo que se suponía que era el peor momento.
Enhorabuena a Hutchison Ports Best. Enhorabuena a Guillermo, Javier, Pedro, Jorge y a todas y cada una de las más de 250 personas que forman su equipo. Nos viene muy bien el que ayer nos recordarais, en vuestro décimo aniversario, que vale la pena arriesgar. Con pasión.
Se cimentó el éxito de la idea haciendo que el equipo profesional tomara como propio, de todos y cada uno de sus integrantes, el reto que se planteaba