REVISTA PUERTOS Y NAVIERAS – 14/04/2022
Numerosas embarcaciones se mantienen a la espera de poder cargar y descargar en los grandes puertos de China debido a las estrictas medidas impuestas por el gobierno para evitar la propagación del mayor brote de coronavirus que está sufriendo el país asiático.
Según informa Zero Hedge, los barcos que transportan materias primas han aumentado durante el último mes, ya que los 25 millones de habitantes de Shanghái han sido confinados, lo cual no está evitando que, el pasado domingo, se contabilizasen hasta 26.000 contagios. Ello ha supuesto el cierre de fábricas, ha interrumpido las redes logísticas y reducido la capacidad operativa de los puertos.
Los datos muestran 222 graneleros esperando en Shanghái, el puerto más grande de China, un 15% más que hace un mes. En el puerto de Ningbo-Zhoushan había 134 transportistas, un 1% más que en marzo; y más al norte, en los puertos de Rizhao, Dongjiakou y Qingdao, se registró un aumento del 33% y se contabilizaron 121 buques. Además de la congestión, casi 200 buques portacontenedores estaban esperando en el área de anclaje combinada de Shanghái con Ningbo, un aumento del 17% respecto al mes anterior.
Las razones, señalan fuentes portuarias, es la escasez de trabajadores. Ello ha provocado una acumulación de contenedores en el puerto, práctica ausencia de los camiones necesarios para despachar las importaciones y la interrupción de las operaciones comerciales en la ciudad de Shangái. Como resultado directo del bloqueo de esta ciudad, el sector ha experimentado un enfriamiento de las tarifas de los envíos transpacíficos.
El precio de contenedor de 40 pies de Shanghái a Los Ángeles se desplomó un 3,2%, de los 9.112 dólares de hace una semana, a 8.824 dólares esta semana. La ruta transpacífica de referencia ha bajado más del 30% desde el pico de septiembre, cuando estaba en 12.424 dólares, aunque sigue siendo cinco veces más alta que en abril de 2019.
Este escenario derivará, a su vez, en algo que el sector ya ha visto recientemente. El desvío de cargas a los puertos de la Costa Oeste de Estados Unidos que, una vez más, volverán a congestionarse.